Existen dos principios básicos para mantener la agudeza y
salud mental a medida que se envejece: la variedad y la curiosidad. Cuando todo
lo que haces se convierte en una “naturaleza arraigada”, es hora de acometer un
cambio. Si puedes hacer el crucigrama hasta con los ojos cerrados, es hora de
que cambies a un nuevo reto para poder sacarle el mejor rendimiento a tu
cerebro. La curiosidad sobre el mundo que te rodea, el cómo funciona y el cómo
entenderlo, mantendrá a tu cerebro funcionando a más velocidad y de forma más
eficiente. Usa las ideas expuestas bajo estas líneas para emprender tu búsqueda
del buen estado mental.
1. Lee un libro
Toma un libro que verse sobre un asunto que te sea
completamente novedoso. Lee una novela que transcurra en el antiguo Egipo.
Aprende algo de economía. Existen multitud de libros populares excelentes que
tocan temas de no-ficción y que además de entretener cumplen el cometido de
enseñar un montón de cosas sobre un tema concreto. Conviértete cada semana en
un experto en algo nuevo. Diversifica un poco tus lecturas, abandona los temas
que te son familiares. Si normalmente lees libros de historia, pásate a una
novela contemporánea. Lee a autores extranjeros, a los clásicos y elige otros
al azar. Tu cerebro no solo se verá beneficiado por tener que trabajar
imaginando otros períodos históricos, otras culturas y otras gentes, sino que
además obtendrás historias interesantes que contarle a los demás, lo cual te
hará pensar y establecer conexiones entre la vida moderna y las palabras.
2. Juega un poco
Los juegos son una forma maravillosa de excitar y retar al
cerebro. Los sudokus, crucigramas y juegos electrónicos tipo “brain training”
son formas estupendas de mejorar la agilidad cerebral y la capacidad de
memorizar. Estos juegos se basan en la lógica y en las capacidades verbales,
matemáticas, etc. Además son divertidos. Se obtiene más beneficio practicando
estos juegos un poquito cada día (15 minutos, más o menos) que haciéndolo
durante horas.
3. Usa tu otra mano
Pasa el día haciendo cosas con tu mano no dominante. Si eres
zurdo abre las puertas con la mano derecha. Si eres diestro intenta usar las
llaves con la mano izquierda. Esta sencilla tarea hará que tu cerebro establezca
algunas conexiones nuevas y tenga que repensar la forma de realizar las tareas
diarias. Ponte el reloj en la mano contraria para que recuerdes el reto del
cambio de mano en las tareas.
4. Apréndete los números de teléfono
Nuestros modernos móviles memorizan todos los números que
nos llaman. Nadie ha vuelto a esforzarse en recordar los números de teléfono,
pero es una estupenda actividad para ejercitar la memoria. Apréndete un nuevo
número de teléfono cada día.
5. Come para tu cerebro
Tu cerebro necesita que comas grasas saludables. Céntrate en
las grasas de pescado como las del salmón salvaje, frutos secos como las
nueces, y aceites como el de linaza u oliva. Ingiere más esta clase de
alimentos y reduce las grasas saturadas. Elimina por completo los ácidos
transgrasos de tu dieta.
6. Rompe con la rutina
Nos encantan las rutinas. Tenemos hobbies y pasatiempos que
podemos hacer durante horas. Pero cuanto más nos habituamos a una tarea más se
convierte en una naturaleza arraigada y menos trabaja nuestro cerebro al
hacerla. Para ayudar de verdad a que tu cerebro se mantenga joven, rétalo.
Cambia la ruta hacia el supermercado, usa tu mano contraria para abrir las
puertas y cómete primero el postre. Todo esto forzará a tu cerebro a despertarse
de sus hábitos y a prestar atención de nuevo.
7. Vete por un sitio diferente
En coche, o a pie, busca nuevas rutas para llegar a donde
quiera que vayas. Este pequeño cambio en la rutina ayuda al cerebro a practicar
con la memoria espacial y las direcciones. Intenta cambiar de acera y altera el
orden en que visitas tus tiendas preferidas para así cambiar la rutina.
8. Adquiere una nueva habilidad
Aprender una nueva habilidad pone a trabajar a múltiples
áreas cerebrales. Tu memoria entrará en juego, aprenderás nuevos movimientos y
asociarás las cosas de un modo diferente. Lee a Shakespeare, aprende a cocinar
o a construir un avión con palillos, todo sirve para retar al cerebro y darte
cosas nuevas en las que pensar.
9. Haz listas
Las listas son maravillosas. Hacer listas nos ayuda a
asociar unos datos con otros. Haz una lista de los lugares a los que has
viajado. Haz una lista de todas las comidas sabrosas que has probado. Haz una
lista con los mejores regalos que has recibido. Haz una lista mental diaria
para ejercitar a la memoria y para conseguir nuevas conexiones cerebrales. Pero
no dependas demasiado de ellas, haz una lista con todo lo que necesitas comprar
pero luego trata de no usarla en el supermercado. Usa la lista una vez que
hayas metido todos los productos en la cesta simplemente para comprobar tu
memoria. Haz lo mismo con tu agenda de quehaceres diarios.
10. Elige un nuevo hobby
Encuentra algo que te cautive, que puedas hacer fácilmente
en casa y que no cueste demasiado dinero. Haz fotografías con una cámara
digital, aprende a dibujar o a tocar un instrumento, practica nuevos estilos de
cocina o escribe. Todas estas son buenas elecciones.
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